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COOPERACIÓN AGRÍCOLA PARA TRABAJAR POR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

 

Beijing, 8 de junio 2013. Especial. Hay disponible 30  millones de hectáreas de tierras de cultivo para el desarrollo de proyectos frutícolas, de  cereales y semillas. Tierras  con diferentes tipos de suelos y climas, un potencial que tiene Venezuela y que le permitiría no sólo su propio abastecimiento, sino que contribuiría con la seguridad alimentaria de una buena parte de la región.

 

Para el viceministro venezolano de Economía Agrícola del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierra de Venezuela, Faiez Kassen, el I foro de Ministros de Agricultura de América Latina y el Caribe con China, celebrado en Beijing en el mes de junio, constituye una experiencia interesante, pues sostiene se ha logrado reunir en esta parte del mundo, a hombres y mujeres que están encargados hoy en día de la búsqueda de estrategias que permitan aumentar la producción y suministro de alimentos a la población mundial.

 

Sostuvo que aplaude la iniciativa de la Parte china para promover este tipo de eventos que está destinado a establecer alianzas estratégicas de factor humano entre los pueblos.

 

“China sin lugar a dudas es una potencia , agrícola, agroindustrial y su preparación y experiencia en este sector nos va a permitir los pueblos en vías de desarrollo de América Latina y del Caribe contar con la tecnología y experiencia para garantizar nuestra propia seguridad alimentaria y sobre todo abrir ventajas competitivas y comparativas hacia el mercado global”.

 

 En lo que respecta a Venezuela, el alto funcionario del gobierno bolivariano, sostuvo que su país representa una puerta de oportunidades en este campo, pues cuenta con grandes extensiones de tierra apta para el cultivo.

 

Indicó que en el transcurso de estos años Venezuela ha suscrito más de 350 acuerdos de cooperación con China, de los cuales más de 90 proyectos se han desarrollado en sectores agropecuarios  como el avícola, pecuario, porcino, desarrollo de tecnología, biotecnología, genética industrial, así como capacitación  y lo más importante la formación de técnicos venezolanos.

 

 

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